Experiencia de Mari Trini en Izmir, Turquía

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El primer día del training course, como suele ser habitual, realizamos actividades de primera toma de contacto, para coger confianza, conocernos mejor entre los participantes, interactuar todos con todos, analizar nuestros miedos, qué esperamos aprender de este training y qué podemos aportar a los demás. Algo que en todos los cursos de educación no formal que he realizado, lo hemos hecho y la verdad, me parece muy útil y necesario para todo lo que vayamos a realizar en nuestra vida.

La primera noche tenemos una actividad que no falta en ningún intercambio juvenil o curso Erasmus+, una noche internacional de intercambio cultural, en la que los jóvenes de los distintos países que estamos allí, llevamos y/o cocinamos algo típico de nuestro país para compartir con el resto de compañeros. Así explicamos no solo la gastronomía, si no, bailes, música,… y todo lo que se nos ocurra.

De este modo aprendemos un montón del resto de países participantes. De España, por supuesto, no podía faltar jamón serrano, sangría (bebida que triunfa en cualquier país, a todo el mundo le gusta) y estando en fechas navideñas, unos dulces de navidad. En esta ocasión, no tuvimos tiempo de cocinar pero pudimos preparar la sangría que se acabó rápidamente y fue lo primero que se terminó.

Las actividades que realizamos las trabajamos en grupo con ejercicios dinámicos para conocer mejor las distintas oportunidades de voluntariado y sus características. Algunos pueden parecer un poco “infantiles”, resumir los conceptos con rotuladores en cartulinas, usar plastilinas,… pero la verdad que son ejercicios que he visto hacer en grandes empresas internacionales, en las que pagan mucho dinero para que un profesional coacher o trainer, vaya a enseñárselo a sus trabajadores para que mejoren sus relaciones entre compañeros y sean más creativos, proactivos y productivos.

Imágenes integradas 2Otra cosa que me gusta mucho es, siempre, antes de un ejercicio que requiere algo más de concentración mental, hacemos los denominados ejercicios de activación, como el propio nombre indica para que nos activemos, echemos unas risas y así, después, mientras nos explican qué es lo siguiente que tenemos que hacer o sobre lo que hay que debatir, estemos más atentos y con la mente más despierta.

Pero no todos los días son así, también salimos a la calle a conocer la opinión de la sociedad turca sobre el voluntariado, qué creen qué es, qué supone ser voluntario, si ven que en el país, la gente en general suele ser voluntaria… Otro día estuvimos en la Universidad del Egeo compartiendo nuestra experiencia como voluntarias europeas. Los coordinadores del proyecto nos eligieron a 4 para ello y fui una de las afortunadas. Por primera vez, me enfrenté a hablar en inglés en un escenario ante más de 50 personas. Otro reto y experiencia nueva.

La primera en hablar fue Elena, de Rumanía, quien participó en un SVE de tres semanas en Irlanda. A continuación, le siguió Magda, de Polonia, quien participó también en un voluntariado europeo de corto plazo. Estuvo un mes en Croacia. En tercer lugar, Sera Siga, de Turquía, hizo su SVE de largo plazo en Francia. El cuarto lugar, llegó mi turno. Estando en Turquía hablando, compartí mi experiencia de voluntariado europeo que realicé en otra ciudad del mismo país durante dos meses. En este otro post hago un resumen sobre lo que hablé.

Tras nosotras cuatro, cada una de un país, con un destino diferente y proyectos muy distintos en los que participamos, contáramos nuestra historia sobre el voluntariado europeo, llegó Figen Seyhan, quien contó su voluntariado que hizo junto con su hija en Nepal. Ambas ayudaron en verano a construir un colegio en 2015. Una experiencia fantástica también.

Imágenes integradas 1Este día, tras las charlas, ayudamos a difundir las características del voluntariado europeo entre los universitarios, no solo con las conferencias, también con carteles, folletos y yendo por las clases explicándolo. Lo que suelen solicitar, por ejemplo es un CV en formato Europass y una carta de motivación en inglés. Al finalizar el voluntariado, tienes un certificado YouthPass. Durante este voluntariado tienes todos los gastos pagados: desplazamientos, alojamiento y dinero de bolsillo para la comida y para vivir. Las cifras varían dependiendo de qué país seas y a qué país vayas, pero suele ser suficiente para vivir y viajar, aunque obviamente, no puedes permitirte lujos. El objetivo es que el voluntario, tiene todos los gastos necesarios cubiertos. Algo que, por ejemplo, no sucede con la beca Erasmus para universitarios o en la mayoría de los voluntariados.

Después aprovechando que en el mismo edificio podíamos conocer sobre la técnica de pintar “ebru”, conocida como “arte sobre el agua”, de la mano de una artista turca, Aylin Aylanç, aprovechamos para que nos lo explicara y probar. Algo que me encantó.

Otro día visitamos oficinas de diferentes ONGs turcas como Red Crescent, la “Cruz Roja” turca, llamada “Media Luna Roja” en Turquía y en otros países con influencia árabe. En sus oficinas nos informaron de sus actividades y servicios de voluntariado dentro y fuera de Turquía con una presentación interactiva. Nos reunimos con personas que se ofrecen como voluntarios en la institución de países extranjeros. Según lo que nos mostraron, están realizando proyectos sostenibles a un ritmo impresionante. Nos dimos cuenta de que esto no es sólo un lugar para donar sangre.

Había varias organizaciones que visitar, así que para poder cubrirlas todas, nos dividimos en grupos y posteriormente, compartimos las experiencias de cada grupo. En total visitamos estas 8:

1- The Government House of Izmir

2-The Red Crescent

3- Izmir Town Council

4- Cigli Manucipality

5- TEGV-Turkish Education Volunteers Association

6- TOG – Association of Community Volunteers

7- Pi Youth Association

8- Ege University School of Foreign Languages

Además tuvimos algo de tiempo que libre el cual aprovechamos al máximo para salir de compras, al bazar, visitar el centro de la ciudad, la torre del reloj, una parada obligatoria porque es lo más fotografiado de Esmirna, la parte más turística, el Agora y subir a lo más alto para tener una buena panorámica desde arriba de la ciudad. Hasta tuvimos tiempo de ir al zoo y fuimos porque no podíamos rechazar la invitación de Cigli Manucipality, una de las organizaciones que visitamos.

Si queréis, podéis contactar con Mari Trini a través de su página web

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