“Sólo se vive una vez”, dice la canción. Aquí vamos a cambiarlo por “sólo se es Voluntario Europeo una vez”. Y es que esta es una experiencia que hay que vivir y aprovechar al máximo. Porque aunque cada voluntario, organización y país son únicos, hay cosas que seguro no faltarán en tu aventura europea. Tanto si ya has hecho tu SVE como si estás planteándote hacerlo, en este artículo encontrarás diez cosas (muy buenas) que experimentarás en los meses que estés fuera.
1. Descubrir una nueva ciudad.
En mi caso nunca había estado en esta zona de Europa, por lo que Macedonia era un país totalmente nuevo para mí. Aunque eso es lo de menos: vivir allí como uno más te hará “exprimir” de verdad la ciudad, respirar el mismo aire que sus habitantes y sentirte totalmente integrado en ella.
2. Nuevos amigos internacionales.
En tu SVE no solo conocerás gente del lugar que visites, sino que también tendrás la oportunidad de conocer otros voluntarios procedentes de todo el mundo. En mi caso, me llevo amigos de Italia, Francia o Estados Unidos, además de un buen puñado de amistades macedonias. Y ya se sabe: es la excusa perfecta para visitarlos en sus ciudades y seguir recorriendo Europa.
3. Tener una nueva comida y/o bebida favorita.
Pensarás que como la comida española ninguna. Y no diré que sea mentira… Pero aprenderás que fuera también se puede comer muy (MUY) bien. De aquí me llevo el sabor del Burek o la Musaka. Y para beber, no importa la hora o el lugar, la Rakija es una obligación.
4. Ver Europa con otros ojos.
Para muchos, Europa es algo que está ahí pero a lo que no se le hace demasiado caso. Pero con esta experiencia aprenderás que la Unión Europea (y su programa Eramus +) tiene un montón de oportunidades para jóvenes… Solo hay que saber buscarlas y, por supuesto, ¡Aprovechadlas!
5. El intercambio cultural.
Ver como personas de varios países reciben el año pegados a la tele comiéndose doce uvas (sin entender muy bien por qué) no tiene precio. O celebrar la Navidad comiendo un tradicional Rissoto a la milanesa hecho por una italiana. O estar cenando y de repente saltar de las sillas para bailar la danza tradicional macedonia. Prepárate para vivir cosas únicas que nunca te imaginarías hacer.
6. ¿Echar de menos?
Para muchos quizás sea la primera vez que estéis lejos de casa por un periodo tan largo. Para otros no, aunque la idea de echar de menos siempre está ahí. ¡No hay problema! Skype, Whatsapp o Facebook te ayudarán a sobrellevarlo y hacer la distancia más corta.
7. Miedo antes de ir vs no querer volver.
Los días previos estarán llenos de miedos: ¿Cómo será vivir allí? ¿Y si no lo aguanto? ¿Qué meto en la maleta? ¿Podré vivir sin jamón? Una vez aterrices y vivas los primeros días, los miedos irán desapareciendo. Eso sí, hay que avisar: todos esos miedos volverán unos días antes de volver, aunque por los motivos contrarios. No querrás dejar atrás esa nueva ciudad que te ha acogido, esos buenos amigos que has hecho y ese estilo de vida que has construido por ti mismo.
8. Un trabajo reconfortante. No hay que olvidar que el SVE se basa en trabajar con una organización local. Hay cientos de opciones y seguro que encuentras una que encaje con tus cualidades y habilidades. La mayoría llevan años trabajando con Erasmus + y tienen experiencia en este tipo de proyectos. Aprenderás un montón, te sentirás bien contigo mismo y te ayudará a pensar en tu futuro profesional.
9. El inglés.
Quizá uno de los posibles miedos que puedas tener sea el idioma. ¡Pues fuera preocupación! Aunque no te lo creas, tienes una base más que decente de inglés y en las primeras semanas verás como consigues soltura y puedes relacionarte con total normalidad. Además, tendrás la oportunidad de aprender el idioma local (en caso de que no sea el inglés) tanto en tu día a día como en clases.
10. ¿De verdad? ¿No puedo repetir?
Creo que esta es la pregunta que más he repetido durante estos meses. A mí mismo, en internet, con amigos, con la gente de aquí, con mi organización… Pero no, sólo es posible hacer un SVE en la vida. Así que aprovecha cada minuto al máximo, aprende, ríete, come, bebe, habla y exprime al máximo tu experiencia.
Post escrito por Ricardo Domínguez.